miércoles, 23 de noviembre de 2011

Imágenes del Cerebro Ilustran las Bases Neuronales de la Meditación

22 de Noviembre de 2011






Sharon Salzberg dijo que su mente podría ser muy diferente si no fuera por la meditación, y nueva investigación neurológica sugiere que ella podría tener razón.

Atormentada por una niñez traumática y estresante, Salzberg viajó a la India como estudiante universitaria y descubrió la meditación. No solo le ayudó a lidiar con su pasado doloroso, dijo Salzberg, sino que la práctica le ayudó a cambiar la manera en que su mente trabajaba. 

"Realmente nunca había mirado hacia adentro", dijo Salzberg, una co-fundadora de la Sociedad de Meditación para el Insight y autra de siete libros sobre meditación. "Sentía mucha más presencia, en lugar de estar distraída. Se sentía como si un mundo nuevo se abriera para mí". 

Un nuevo estudio de la Universidad de Yale sugiere que los cerebros de los meditadores experimentados como Salzberg puede realmente trabajar de manera diferente que los cerebros de aquellos que no meditan. El estudio da a los científicos una ventana a la mente meditando, proveyendo evidencia de que la práctica parece cambiar la manera en que el cerebro trabaja y podría dar a los meditadores un apoyo cuando se trata de lidiar con trastornos mentales. 

Dr. Judson Brewer, director médico de la Clínica Terapéutica de Neurociencias de Yale, y sus colegas le pidieron a 10 meditadores experimentados y a 13 personas sin experiencia en meditación que practicasen tres técnicas de meditación básicas: concentración, amor incondicional, y atención sin objeto. 

El equipo después usó imágenes de resonancia magnética para observar la actividad cerebral de los participantes cuando estaban practicando las técnicas de meditación y después se les dio la instrucción de no pensar en nada en particular. 

En un reporte publicado en los Procederes de la Academia Nacional de Ciencias, Brewer y su equipo reportaron que los meditadores experimentados habían reducido la actividad en el área del cerebro llamada la red de modo por default, una región que usualmente está trabajando cuando la mente vaga. Incluso cuando los meditadores no estaban meditando, esta región de su cerebro era mucho más callada que en la de sus contrapartes inexperimentados. 

Brewer, quien ha practicado meditación con si mismo, dijo que la experiencia con la meditación también parece optimizar la manera en que el cerebro se comunica con si mismo. Cuando las redes de trabajo automáticas de los meditadores experimentados estaban activas,  también lo estaban regiones del cerebro asociadas con auto-monitoreo y control cognitivo. 

"Estas personas tienen un modo automático diferente", dijo Brewer. "Están constantemente dándose cuente del vagar de su mente".

La mayoría de las personas pasan mucho tiempo con sus mentes vagando o soñando despiertas, y la investigación muestra que esto viene con pros y contras cognitivos. Los científicos han mostrado que el soñar despierto puede ser algo bueno, proveyendo impulso a la creatividad, ayudar en el proceso de las funciones sociales, y refinar otros procesos psicológicos importantes.

Sin embargo, estudios recientes han sugerido que una mente vagando también es infeliz. En el 2010, un estudio encontró que las personas reportaban ser significativamente menos felices cuando sus mentes estaban vagando que cuando estaban concentradas en una tarea.  Los investigadores sugieren que esto es porque cuando nuestras mentes están vagando, la mayoría de nosotros estamos preocupados en lugar de vivir el momento. 

Brewer también nota la marca psicológica de muchas formas de enfermedad mental -- ansiedad, depresión, trastorno por estrés postraumático, y esquizofrénia -- es una preocupación con nuestros propios pensamientos, especificamente los negativos. Una serie de estudios han ligado estos trastornos con la sobreactividad de cableado neurológico con fallas en el modo de trabajo automático, la región que estaba menos activa en los meditadores experimentados.

"Una de las cosas que la meditación y el mindfulness básico parecen estar haciendo es aquietar estas regiones del cerebro", dijo Brewer. "Tiene sentido completamente, dado lo que sabemos acerca del modo automático de la red de trabajo".  

La meditación no es una cura para las enfermedades mentales, dijo Brewer, pero dijo que su estudio sugiere que puede haber una base neuronal para los beneficios que muchos meditadores reportan -- atención incrementada, concentración mejorada, y una mejor habilidad para lidiar con el estrés cognitivo y emocional de la vida moderna. 

Salzberg dijo que ella espera que el estudio científico cada vez mayor siga documentando los beneficios de la meditación para calmar una mente en problemas.

"Es bastante bueno que en nuestros tiempos actuales donde la ciencia es el lenguaje de la validación, hay evidencia que muestra que de hecho esto es verdad", dijo Salzberg. 






martes, 8 de noviembre de 2011

Domando a la Mente que Desea

Tienes hambre, pero de qué realmente tienes hambre? Sasha Loring sobre abrir tu corazón, ofrecer tus apegos, y ser mindful (consciente) cuando estés satisfecho.






No estás seguro como llegaste aquí, parado en la oscuridad de la cocina, tu cara perpleja iluminada por la luz que sale de refrigerador. Todo lo que sabes es que quieres algo, y hay esperanzas de que lo encuentres en las sobras del pastel de chocolate que está en la una repisa. Esta búsqueda es familiar para la mayoría de nosotros porque vivimos impulsados por el deseo. Ansiamos, experimentamos una insatisfacción fundamental y penetrante con lo que es, y gastamos una enorme cantidad de tiempo y energía en luchar alcanzar una mejor circunstancia externa y un estado mental más satisfactorio.


Como probablemente ya habrás reconocido, reducir el deseo no es fácil. Mucha de nuestra energía mental está centrada en obtener lo que queremos. Afortunadamente el camino de mindfulness (atención plena) está construido alrededor del reconocer, soltar, y eventualmente liberarnos de este constante ansiar y aferrarse.


Hay tres componentes para superar el deseo que lleva al consumo excesivo. El primero es examinar "la mente que quiere", el segundo es volverse más comprensivo acerca de cómo tu atención se clava en lo que quieres, y el tercero es aprender como transformar esta fijación en una ofrenda.


Examinando la Mente que Quiere


"Querer" es un fenómeno universal, y nuestra lista mental de lo que queremos parece no terminar. Despertamos en la mañana y nos preguntamos, "Qué quiero hoy, que quiero comer, que quiero comprar, cuanto quiero?" Querer, cuando va más allá de nuestras necesidades básicas y ordinarias, es una expresión de un anhelar algo ya sea más o diferente de lo que ya tenemos. Hay una sensación de estar fundamentalmente insatisfecho. Vale la pena ver más profundamente en la naturaleza del querer, reconocer como sabes que el querer está ahí, y nombrarlo.


Cuando te familiarizas con reconocer y nombrar el querer, entonces se hace más fácil notar cuando estás capturado, y por lo tanto es más probable que te liberes. También te puedes volver más específico acerca de los elementos del querer y desear nombrando que sentido está activado y qué está buscando. Por ejemplo, desear está originándose a través de la vista - viendo una forma que quiero. O el deseo se está originando a través del gusto - queriendo placer del contacto con la lengua. Quizás incluso notes el deseo de ideas, para estimulación mental.


La práctica de meditación es una manera fundamental de familiarizarte más con tu mente, y acostumbrarte a observar como los estados mentales se originan, son notados, y después se disuelven. Con la práctica te puedes volver mejor para notar el estado mental de "yo quiero", dejar que se origine, verlo, y dejarlo ir. Observando el deseo mismo y dejarlo que se vaya una y otra vez, puedes traer una sensación de ecuanimidad más calmada y satisfecha a tu vida en lugar de estar constantemente sujeto a una interminable serie de deseos.


Aflojando la Fijación


El segundo componente en disminuir el deseo es notar cuando tu atención se ha clavado o fijado. Una fijación es un estrechamiento de la atención en una cosa a la que estamos fuertemente apegados o nos sentimos repelidos. Es atracción, un momento muy irresistible es creado para obtener el objeto de la fijación, incluyendo tener pensamientos acerca del objeto así como sentir una sensación física, algo como un agujero que necesita ser llenado.


Tener una fijación también incluye la tendencia de la mente de embellecer las cualidades deseables de lo que queremos, mientras que ignoramos "el lado malo", los aspectos indeseables o las consecuencias futuras. Usando una atención consciente para romper tu fijación de atención, puedes separar el querer del obtener. Imagina que tu hijo está siendo arrastrado por el mar en el oleaje. No tratarías de luchar contra el oleaje (el objeto) sino que agarrarías a tu hijo (tu atención) y lo jalarías de regreso a la orilla. Si practicas hacerte más consciente de tu atención como un aspecto de tu mente que puede de hecho tomar el cargo de y usarlo como apoyo, puedes notar cuando ha sido secuestrada y deliberadamente traerla de regreso. Las prácticas de meditación centradas en la respiración, tales como shamata, son muy buenas para entrenar tu atención a no vagar. Cuando notes que tu mente se ha ido a vagar, ha sido "llevada por el mar", simplemente tráela de regreso al objeto neutral de atención, en este caso la respiración.


Haciendo Ofrendas


Otra manera de soltar la fijación es ofrecer el objeto de tu deseo. He hecho esto una práctica de dejar una pequeña porción de comida en mi plato y mentalmente la ofrezco al final de la comida, diciendo algo como "Que todos los seres tengan suficiente comida". He notado que esto tiene diversos resultados. Primero, redice mis tendencias aceleradas y sin consciencia. En segundo, hace que cada comida se sienta como una experiencia universal compartida. Adicionalmente, cuando realmente ofrezco comida siento calidez en mi corazón, una radiación momentánea de compasión que suaviza y anima mi propio estado mental. Comenzando con nuestra propia mente, podemos comenzar a dar reversa al desear que a menudo conduce nuestros comportamientos.


Puedes hacer una práctica de ofrenda con cualquier cosa que ha levantado tu estado mental de deseo. Con comida, dejando una pequeña porción antes de comer como una ofrenda disminuirá la velocidad e interrumpirá los patrones habituales que a menudo conducen el comer en demasía. Ofrecer esta porción de comida al final de la comida dejándola fuera puede señalar que terminaste de comer, e impedir el continuar sin darte cuenta. Cuando notes que se origina el deseo mientras vas de compras, quizás desees que todos los seres tuvieran la calidez y la comodidad del suéter de cachemira que deseas, y realmente abrir tu corazón en un gesto de ofrecérselo a ellos. Esto puede causar un cambio real en la actividad del cerebro de un centrarse en un "yo" angosto a una parte más empática y conectada del cerebro. Ponlo a prueba tu mismo. La mayoría de las personas se sienten más felices cuando son liberadas del estado mental de "yo quiero" a los sentimientos de corazón más abierto de amabilidad y generosidad. 


La próxima vez que te encuentres "parado frente a la puerta del refrigerador" detente y nota. Qué estoy haciendo aquí? Qué siento en mi pecho, mi corazón? Le puedo dar un nombre? Reconoce que tu atención se ha ido en búsqueda de un objeto de tu querer, se ha fijado en algo externo y trata de mitigar el dolor de tu anhelo e insatisfacción. Trae tu atención de regreso a simplemente estar presente con lo que estés experimentando. Siéntate por un momento y sostén ese sentimiento en compasión. Estate completamente presente con este querer, como sea, con un corazón abierto. Quizás pon una mano de confort sobre tu pecho. Entonces puedes ofrecer lo que sea con lo que estés luchando diciendo algo como, "Que todos tengan la comida que necesitan, la felicidad que buscan, y todos logren alivio de la mente que sufre e insatisfecha".


Librarte del apego puede de hecho incrementar el placer que puedes experimentar de los objetos a tu alrededor, ya sea que los poseas o no. Puedes reconocer a la atracción misma, y relajarte en ella como una experiencia de apreciación en lugar de querer. El objeto es lo más precioso si lo dejas ir, liberándote a continuar  experimentando tu mundo sin quedarte atascado. La atracción no es un problema, tratar de pegarte al objeto de tu atracción es donde se origina el dolor. 


En resumen, hay tres pasos para reducir el deseo y llevar a una vida más satisfactoria: reconocer la mente que quiere, relajar tu atención fijada, y ofrecer el objeto de tu deseo - psicológicamente, físicamente o ambo. Como individuos tenemos la oportunidad de redireccionar el momento de querer en uno de generosidad y cuidado. Esto continuará por un largo camino de transformar tu mente y aliviarla de insatisfacción intensa que conduce tu deseo. 


Sasha T. Loring, es una psicoterapeuta y una líder mindfulness de retiros quien ha estado enseñando meditación por más de treinta años. Ella es la autora de Comer con Amabilidad Fiera: Una guía Mindful y compasiva para perder peso. 


Traducido directamente de Mindful por Roberto González Lazo