lunes, 2 de enero de 2012

Las Cosas que Asumimos que nos Desilusionan



Por Ian Lawton en Soulseeds


Traducido por Roberto González Lazo




El problema con llegar rápidamente a una conclusión es que brincas justo sobre el espacio entre ahora y la conclusión, pasando por alto muchísimas posibilidades en el camino a un final desconocido. Es como vendarnos los ojos, escoger un destino rápidamente en un itinerario de vuelo y después sentarnos en la oscuridad en un avión temerosos de nuestra llegada. Mucho mejor removernos la venda de los ojos, ver el cielo azul y viajar con una mente abierta. 


Lo más desilusionante es una lucha sin sentido con la realidad. La desilusión es una de las respuestas más comunes y más traumáticas. Así que cómo lidiar con las desilusiones de la manera más sana? 


Me sucedió justo ayer. Le dije a Meg, "Esa fue una oportunidad perdida". Ella me agarró con la guardia baja cuando me dijo, "Cómo supiste que era una oportunidad?" Molesto al principio, pronto me di cuenta que su pregunta fue justo en el momento como la flecha de la verdad de un maestro Zen. Mi ego quería que ella dijera, "Cómo supiste que la perdiste?" Bueno, también eso es verdad. Si re enmarcas la desilusión podrías decir, en las palabras de Emerson, "Por todo lo que se te ha ido, has ganado algo más". Pero ella lo tomó un paso más adelante, cortando a través de lo que asumí y el ego. Es como la clásica historia Zen - 


Un maestro Zen y su estudiante estaban caminando en el bosque, vieron patos volando arriba de sus cabezas. 

"Qué ves?", le preguntó el maestro Zen a su estudiante.

"Patos", contestó el estudiante .

"A donde fueron?", preguntó el maestro Zen.


"Se fueron volando", contestó el estudiante.

El maestro Zen agarró la nariz del estudiante y la torció fuerte. Mientras el estudiante gritaba de dolor, el maestro Zen dijo, "Qué te hace pensar que los patos se han ido volando?"

Cuál es el significado de esta historia?

El significado que tomo de la historia es que el sabía lo que los patos estaban haciendo. El asumió que ellos comenzaron donde el estaba, porque después de todo SE trata de el. Su punto de referencia estaba limitado a arriba de su propia cabeza. Desde ahí el asumió que ellos se fueron volando de el. Pero que tal si eso no sucedió. Que tal si ellos estaba realmente pasando de un lugar a otro y el punto sobre él solamente fue incidental? Quizás ellos no se estaba yendo volando. Quizás solo estaban continuando su vuelo. 

A menudo hacemos lo mismo cuando se trata de cambio y de finales. Nos quedamos encerrados en una perspectiva. Esto es un final. Esto es un comienzo. Esta es una oportunidad perdida. Esta persona me esta dejando. Esta alegría ha llegado para mi. Este dolor me ha dejado. Creamos tanto sufrimiento para nosotros mismos tomando las cosas personalmente. 

Intenta este experimento. Agarra tu nariz y tuércela. Tuercela hasta que te duela. Sientes dolor? Ha dejado la alegría tu cuerpo? Ahora suelta tu nariz. El dolor te dejó rápidamente? A donde se fue? Qué rápido sucede todo, la aegría y el dolo. No te apegues ni a la alegría ni el dolor, y estarás en paz con la desilusión. 

Demasiado sufrimiento es auto-inflingido; podríamos también andar por ahí torciendo nuestras narices. Olvidamos tan fácilmente que todo se está moviendo - la alegría, el dolor, las demás personas, las oportunidades, la juventud, la salud, la enfermedad. Todas ellas se están moviendo hacia algún lugar y nosotros incidentalmente podemos estar en sus caminos, pero no nos pertenecen y nosotros no les pertenecemos a ellos. 

Lemony Snicket dijo, 

las asunciones son cosas peligrosas por hacer, y como cosas peligrosas por hacer - las bombas, por ejemplo, o el pastel de fresas - si cometes el mínimo error puedes encontrarte en terribles problemas.

Las desilusiones son nada mas que asunciones disfrazadas. Quítate algunas máscaras de asunción con una pregunta bien colocada o un recordatorio visual y una desilusión repentina puede volverse energía recanalizada, y un final se convierte en un próximo comienzo increíble.