sábado, 11 de febrero de 2012

Lidiando con la Dificultad

Vidyamala Burch ofrece prácticas de mindfulness para lidiar con experiencias de dolor y sufrimiento.




Traducido por Roberto González Lazo, directamente de mindful (living with awareness and compassion)

Soy una mujer de cuarenta y cinco años que sufrió una lesión en la columna hace treinta años que ha resultado n un legado de paraplejía parcial y un dolor físico continuo. Por supuesto que ha sido difícil vivir con esto, pero hace como treinta años tuve una experiencia significativa que cambió radicalmente mi perspectiva sobre la vida y me sumergió a la maravilla del vivir en el "momento presente". 


Estaba en un ala de cuidado intensivo en esa ocasión, con un agudo deterioro de mi condición. Había estado postrada en cama por varios meses e incapaz de sentarme derecha, pero en una ocasión que había pasado por un procedimiento diagnóstico que requirió que me sentara erguida por varias horas. Durante esta larga noche de dolor intenso me sentí deslizándome hacia el borde de la locura. 


Pasé horas con dos voces internas trabadas en lucha, una voz convencida que no podía estar sana hasta la mañana y la otra con esperanzas de que si pudiera. Fue una experiencia increíblemente intensa, frágil y que rompía el corazón. 


Entonces, repentinamente mi experiencia cambió cuando escuché una voz interna leve que decía: "No tienes que llegar hasta la mañana; solo tienes que llegar al momento presente". Fue como una torre de cartas colapsando, revelando el espacio que había estado presente por tanto tiempo, si solo hubiera podido reconocerlo. Mi experiencia cambió inmediatamente de un estado agónico y fruncido a uno que era suave y rico a pesar del dolor físico. En ese momento de relajarme en el momento presente, solo como era, intuitivamente supe que había probado algo verdadero. 


Después encontré una manera de darle sentido a esta experiencia a través de las enseñanzas del Budismo y he pasado los últimos veinte años entrenando mi corazón y mente, usando meditación y mindfulness. En los últimos años he fundado un proyecto llamado Breathworks (trabajos de respiración), junto con dos colegas quienes son meditadores experimentados, donde enseñamos meditación y práctica de mindfulness a otros quienes viven con dolor y enfermedad. 


Abajo hay algunos tips sacados de los métodos que he desarrollado que podrías encontrar útiles si estás viviendo con incomodidad o dolor. Por favor, exploralos como lo desees, junto con otros tratamientos y terapias que puedas estar recibiendo. La práctica de mindfulness puede "complementar" a la medicina convencional en una manera útil. 


La primera cosa por aprender es a distinguir entre sufrimiento primario y secundario. El sufrimiento primario es cualquier sensación física displacentera que puedas experimentar como consecuencia de enfermedad, lesión, fatiga, etc. Quizás no seas capaz de hacer nada en este nivel de dolor y la tarea es aceptarlo y hacer las pases con él lo mejor que puedas. El sufrimiento secundario es la angustia humana que todos experimentamos como reacción al sufrimiento primario: sentimientos como ira, miedo, depresión, ansiedad y desesperación que nosotros automáticamente ponemos sobre cualquier sensación o evento displacentero en una red densa de reactividad. Con mindfulness, o consciencia, podemos aprender a modificar y a reducir estas dos experiencias de sufrimiento secundario. Esto puede mejorar significativamente nuestra cualidad de vida, incluso si el sufrimiento primario permanece sin cambiar, o incluso empeora.


Los tips que siguen están destinados a ayudarte a aceptar tu sufrimiento primario y a reducir tu sufrimiento secundario. 



  • Ve si puedes quedarte en el momento presente lo más que puedas. Cuando sea que notes que tu mente ha vagado al futuro o al pasado, gentilmente tráela de regreso. Esto no significa que no puedas pensar en el pasado o en el futuro, pero trata de no quedarte atrapado en estos pensamientos. 
  • Investiga el proceso que llamas "dolor". Lo notarás como de hecho una masa de sensaciones, no una cosa. Llega a conocerlo como una experiencia real y sentida, en lugar de quedarte demasiado atrapado con los pensamientos acerca de él. Nota como siempre está cambiando de una sensación a otra, no importa que tan denso y sólido se pueda sentir.  
  • Muévete hacia el dolor. Ve su puedes aflojar cualquier resistencia que puedas sentir hacia él. Esto es contra-intuitivo pero si tratas de ignorarlo o alejarlo, solo se hará peor. Usa la respiración para ayudarte con esto (ve la meditación que sigue).   
  • La amabilidad y la gentileza son cruciales. Trata al dolor como tratarías a una persona querida que está lastimada. Ve si puedes encontrar una actitud de corazón tierna.
  • Una vez que has reconocido gentilmente el dolor entonces puedes ampliar tu campo de conciencia para buscar cualquier placer que también esté sucediendo en el momento. Nota experiencias como el sol en la piel, estar con una persona querida, notar flores alado de la cama. Siempre habrá algo placentero en tu experiencia, no importa que tan sutil sea. Deja que el dolor solo sea una de varias cosas de las que estás consciente en el momento.   
  • Con esta actitud honesta y tierna a todos los matices de experiencias físicas, emocionales y mentales en el momento presente entonces puedes elegir como responder  a las cosas. Este es el punto de la creatividad - como respondemos/actuamos en este momento establece las condiciones para el momento siguiente. Siempre puedes insertar un momento de elección no importa que tan abajo has llegado en el estrés y la angustia. Cualquier momento puede ser una oportunidad para aprender si regresamos a las sensaciones reales del momento presente en lugar de perdernos en pensamientos y reacciones. Ve si puedes dejar que el dolor y el placer sean sostenidos dentro de esta amplia perspectiva: ni reaccionando apretadamente contra el dolor ni apegándonos al placer. Permite que todas las sensaciones vengan  a ser y pasen momento a momento.  
  • Para resumir: Escencialmente estás aprendiendo tres habilidades:
Moverte hacia el dolor con una actitud amable y gentil, experimentándolo como sensaciones que cambian momento a momento. 

Después ampliar la consciencia del momento para incluir/abarcar dimensiones placenteras también. 

En base a esta experiencia amplia, rica y más espaciosa del momento, tomar decisiones acerca de como respondes a lo que te encuentres. Estás aprendiendo a "responder" en lugar de "reaccionar". Esto puede enriquecer tu experiencia de vida enormemente, incluso cuando estás viviendo con dolor/enfermedad. 

Práctica de meditación guiada

(quizás quieras que alguien te lea esto, o grábalo en un CD)

Para comenzar asegúrate que tu cuerpo esté en una posición tan cómoda como sea posible, ya sea sentándote en una silla o acostada en la cama o en el piso. Permite  que el peso del cuerpo se establezca hacia la tierra, tomándote unas cuantas respiraciones profundas y dejando ir un poco más en cada respiración. 

Ahora permite que la respiración se establezca y encuentre su propio ritmo natural, deja que la respiración se respire a sí misma. Trata de no interferir con este proceso, y nota como el cuerpo se mueve en respuesta a la respiración: el pecho expandiéndose y relajándose, el estómago levantándose y bajando. Si tu respiración está afectada en cualquier manera por tu enfermedad o dolor, entonces solo nota esto con una consciencia amable y gentil. Trata de soltar cualquier idea acerca de como piensas que debería de ser, y solo descansa con consciencia de como las cosas son en realidad para ti en cada momento. 

Pausa

Algunas veces puede ser útil incluir una imagen con un sentido de la respiración: puedes imaginarte una  ola flotando en la playa, girando y fluyendo de nuevo al mar, notar como el movimiento de la respiración tiene un ritmo mucho como esto. O puedes tener otra imagen que encuentres que evoque y calme. Usa tu imaginación en tu propia manera para ayudar a la mente y al cuerpo a establecerse alrededor de la respiración.

Pausa

Nota como cada respiración es única, como no hay dos respiraciones iguales. Nota la textura, la calidad, y la duración de cada respiración. Si notas el cuerpo o la mente tensándose alrededor de la experiencia, en el notar puedes gentilmente soltar de nuevo sin juicio. Haz esto una y otra vez si es necesario con una consciencia amable y gentil. 

Incluye cualquier dolor o incomodidad en el cuerpo dentro del amplio campo de la consciencia. Muy a menudo resistimos sentimientos de dolor o incomodidad, y esto solo conduce a más tensión, más dolor y más incomodidad. Usa la respiración para ayudarte a suavizar los bordes duros alrededor del dolor y permitir que consciencia más tierna y gentil impregne las inhalaciones y exhalaciones. Mientras usas la respiración para aflojar la resistencia del dolor o la incomodidad, quizás notes como la experiencia del dolor es de hecho una masa constantemente cambiante de diferentes sensaciones. Experimenta como viene a ser y pasa momento a momento. 

Pausa

Ahora puedes ampliar tu experiencia incluso más para invitar las dimensiones placenteras de tu campo de consciencia. Quizás sean muy sutiles, como cosquilleos en los dedos, algún tipo de placer alrededor de la respiración, o quizás el sol brillando a través de la ventana en la piel. En tu propia manera escanea la experiencia completa y nota pequeños momentos de placer, no importa que tan efímeros - originándose y cayendo con cada momento. 

Quizás notes que cada momento de la vida contiene elementos que son dolorosos y elementos que son placenteros. Esto es la manera en que son las cosas en este mundo para todos. Nota la tendencia de endurecerte hacia el dolor y de apegarte hacia el placer, y en el notar relájate de nuevo en el amplio campo de la consciencia. 

Pausa

Ahora amplía tu consciencia todavía más para incluir una consciencia de los demás. Hazte consciente que toda la humanidad experimenta una mezcla de dolor y placer momento a momento de la misma manera que tu lo haces. Las historias de nuestras vidas son únicas, pero el rango de la experiencia humana básica y las emociones será muy similar. Todos nosotros tenemos esperanzas y sueños, miedos y arrepentimientos, no importa donde vivamos, nuestra edad, color y salud. En esta manera podemos permitir que nuestra propia experiencia de dolor y enfermedad se vuelva un momento de empatía para los demás que están pasando por dolor, o quienes están enfermos, en lugar de un momento de aislamiento. Toda la vida sufre de una forma u otra. Toda la vida experimenta placer de una manera u otra. 

En la misma manera que empapaste la respiración con una consciencia amable hacia tu propia experiencia, puedes ahora permitir una consciencia amable que impregne las respiraciones y exhalaciones mientras piensas en más personas. Quizás puedas llegar a tener una sensación de todo el mundo respirando - toda la vida respirando como olas en el océano. Levantándose y cayendo. Permite que un sentido de los bordes duros de la separación se afloje, soltando en una sensación de todo lo que compartimos  y un sentimiento de conexión con toda la vida mientras te sientas aquí descansando calladamente con la respiración momento a momento. 

Descansa con esta calidad de consciencia por tanto tiempo como se sienta apropiado para ti en este momento. 

Pausa

Ahora a tu propio ritmo trae la meditación a un cierre. Regresa a la consciencia completa del cuerpo descansado en la cama o sentado en la silla. Siente el contacto firme con la tierra. Ponte en sintonía con los movimientos  de la respiración en el cuerpo y gruadualmente externaliza tu consciencia. Cuando estés listo gentilmente abre tus ojos, incorpora tus alrededores, y vuelve a engancharte con el día. Ve si puedes llevar esta cualidad de consciencia contigo a tu vida mientras esta se desenvuelve momento a momento. 
Cuando practicamos meditación es importante dejar el apego a cierto resultado, por ejemplo a la reducción del dolor. El dolor puede que siga por mucho tiempo! Esto no significa que has fracasado o no has meditado correctamente. Solo es la manera en la que son las cosas cuando uno está enfermo o lastimado del cuerpo. No hay necesidad de culpar o juzgar. Pero recuerda que incluso si el cuerpo está dolido y enfermo, la mente y el corazón pueden experimentar momentos de paz y calma, incluso un sentido de libertad. La meditación puede guiarnos a través de la puerta a estos momentos y enseñarnos como descansar ahí con un corazón honesto.