miércoles, 30 de abril de 2014

Mindfulness: Un Antídoto para el Déficit de Atención en el Trabajo



Traducido por Roberto González Lazo, directamente de Mindful Magazine


Daniel Goleman (autor del libro: Inteligencia Emocional) sugiere tips para mantener la concentración en el trabajo. 


Algunos consultores me dicen que el problema número uno en el lugar de trabajo hoy en día es la atención. Las personas están distraídas. Están en un estado que se llama "atención parcial continua" donde incluso en las reuniones tu cuerpo está ahí pero tu mente está en otro lugar. Tienes infinidad de aparatos constantemente enviando tu información: mensajes de texto, llamadas, correos electrónicos, y recordatorios. Todos zumbando y timbrando por tu atención. 


Las personas que no están completamente presentes es un problema grande porque las interacciones más efectivas ocurren cuando dos personas están mutuamente presentes la una con la otra. Es ahí cuando sucede el rapport. Es ahí cuando sucede la química. Es ahí cuando vas a tener la comunicación más poderosa y el entendimiento mutuo. Si tu atención está por ahí, significa que no estás por aquí con la persona que estás. 


La falta de atención también impacta tu desempeño. Tu habilidad para hacer tu trabajo por ti mismo está directamente relacionada con qué tan bien puedes concentrarte y enfocarte. Si estás distraído continuamente, simplemente no puedes terminarlo, o hacerlo bien. 


Es por eso que una de las cosas más importantes que aprender para el trabajo hoy en día es cómo concentrarnos. Las técnicas de meditación Mindfulness (Atención Plena) pueden ayudarte a fortalecer tu atención. 


Me he dado cuenta que si haces estos ejercicios, por ejemplo, 10 minutos antes de que vayas a trabajar, estás cambiando tu cerebro. Estás elevando tu habilidad para concentrarte horas después. Si puedes encontrar una manera de practicar a fortalecer tu atención cada día, es como ir al gimnasio y fortalecer tus músculos, pero es un músculo mental. 


Aquí hay un ejercicio de la familia de la concentración de la meditación. Es una buena introducción a la mindfulness (atención plena). 



  • Siéntate derecho, cierra tus ojos y trae tu atención a la respiración.
  • No trates de controlar tu respiración, solo déjala ser natural y suelta pero se consciente de tu respiración. 
  • Nota la inhalación completa, la exhalación completa. 
  • Ve si puedes sentir la respiración entrando y saliendo por tus fosas nasales, o sentir el subir y bajar de tu abdomen. 
  • Cuando notes que has estado distraído, simplemente comienza con la próxima respiración. 
  • Sintonízate con cualquier sensación de cualquier manera que puedas. Se completamente consciente de la respiración. Solo mantén tu atención anclada ahí.
  • Sigue inhalando y exhalando.
  • Cuando sea que tu mente divague, solo tráela de regreso a tu respiración. 
  • Observa la inhalación completa, la exhalación completa. Quédate en la respiración. Úsala como un ancla para tu atención. 
  • Inténtalo por ti mismo por unos minutos. 

Realmente es tan simple y en algunas maneras tan difíciles, porque la mente quiere divagar. De una manera, el movimiento básico de mindfulness (atención plena) está anclando tu atención, dejándola ahí, notando cuando tu mente divaga (porque eso sucederá), trayéndola de regreso y comenzando de nuevo. Lo que descubrimos es que si puedes seguir haciendo esto, y mientras más tiempo te quedes en tu respiración, más se relaja tu cuerpo. Es un efecto colateral de esa atención completa y el soltar todas esas preocupaciones que nos tienen al borde y distraídos.